LOS DESEOS DE CARLOTA
Me llamo Carlota, soy
de un pueblo de la montaña Palentina. Alejado de todo. Poca gente sabe dónde
está mi provincia, lo confunden por Valencia, por el sonido. Pero nadie sabe
dónde está en el mapa. Cuando lo conocen, ya no quieren volver a saber, pues
hace tanto frío, que hasta el diablo se olvidó, y no calienta nada esos
lugares. En fin en verano hace frío, y en invierno se muere uno de frío. Allí
solo hace frío y más frío. Marche a estudiar a la universidad de Valladolid.
Con muchas ilusiones, y pocas cumplidas, salvo las académicas.
Transcurrían mis días
con Sergio, y como que no me convencía mucho nuestra relación. Me parecía que
había entrado todo en la más absurda de las rutinas. Me levantaba para llegar a
la universidad, comía allí, en la tarde estudiar, charlar con los compañeros,
para luego dirigirme a mi trabajo a media jornada en el Tele-pizza. Terminaba,
llegaba a casa, y en la noche a echar un polvete con Sergio, así eran todos los
días, salvo los fines de semana, que tampoco podíamos decir que era
extraordinario, pero dejaba algo a la improvisación, pues muchos fines de
semana Sergio viajaba a Madrid.
La rutina era siempre
la misma, más bien en mi relación con Sergio, era donde más se acentuaba,
siempre el arriba, y yo siempre abajo, siempre terminaba antes Sergio y siempre
a dormirse, así todos los días.
Antes de llegar a
Valladolid a comenzar mis estudios en la universidad, un día de ese verano me
dio por escribir mis 5 deseos sexuales como mujer, uf que m…, han pasado ya más
de 3 años de ese memorándum y nada de nada, pero vamos ni uno solo.
Mis cinco deseos que
escribí eran, no por orden de importancia ni por deseos sino por cómo me venían
a la cabeza:
Ø Tener sexo con más de un hombre a la vez. Añadí
en la nota: “al menos una vez” Error por todos los sitios, algunas veces
intente proponérselo a Sergio, y nada de nada, él era, él quería que tener sexo
con dos mujeres, tres, cuatro, con todo un aren de un jeque árabe, pero jamás
encontramos a la segunda mujer. Seguro que hubiera sido fácil encontrar al
segundo hombre para mí, pero Sergio no estaba dispuesto. Conclusión, o le decía
a Sergio “Chao Cariño” o no lo realizaría en mis años de universidad.
Tampoco me veía
viviendo con Sergio el resto de mis días.
Ø Tener sexo con una mujer. Esta fue mi idea
desde que tuve mi primera experiencia con un hombre. Después de hacerlo la
primera vez con Carlos, me vino a la mente, “ya se terminó esto Carlota” que
desilusión mi primera vez, bueno y las siguientes, para que negarlo. Disfrutaba
más sola, con mi manita, que con un hombre. Así que ese verano, pensé que sería
maravilloso hacerlo con una mujer pues somos las que mejor conocemos nuestro
cuerpo, y me podría hacer llegar al clímax, llegar a tener un verdadero orgasmo
en la vida. Pero hasta la fecha nada de nada, ni por asomo, todas las
lesbianas, o eran unas marimachos que se afeitaban, o estaban ocupadas, y jamás
se me acerco ninguna.
Ø Que me hicieran sentir una “puta”. La verdad
que no supe cómo expresarlo, en verdad era que mi príncipe azul, el que me
tratara con amor romanticismo, con dulzura. En algún momento de llevarme a la
cama, me tratara como su esclava, no con agresividad, ni con dolor, pero que me
diera alguna cachetada en las nalgas, que me penetrara con fuerza, sentir sus
envites con su miembro, sentir que me obligara al hacer el amor. La verdad que
me gustaba que lo hicieran alguna vez, pero error, nada de nada.
Ø Violar a un hombre. Violar tampoco es la
palabra correcta, pero si hacer con él, lo que hubiera querido. Con el paso del
tiempo baje tanto el listón que ni aún lo conseguía. Lo baje hasta tal extremo
que al menos ponerme arriba cuando hacia el amor con Sergio, pero nada, pero
“nati de plastic”
Ø Hacer una peli porno casera. Ese era también
mi último deseo, en multitud de ocasiones lo pensé, pero no me daba suficiente
confianza Sergio, ni Carlos. Pues a ver si un día iba a ver todo el mundo por
Internet imágenes mías, o un video mío haciendo el amor. Claro sería una
“potra” averiguarlo
Pero nada ningunos de
mis deseos sexuales lo había conseguido hacer, y lo peor, tampoco podría
conseguirlo con Sergio. Tampoco me convencía Sergio, se había convertido en un
ser especial últimamente, tenía tal ego, que como un día se subiera a la cima
de su ego, y cayera, seguro no llegaba vivo abajo. Era un ego superior, la
verdad que no tenía tan claro de donde le podría venir, pero se creía un ser
superior. Tenía todas las papeletas, para decirle un día, o te vas tú del piso,
o me marcho yo. Lo había hablado antes con él en infinidad de ocasiones, pero
nada, su ego no le permitía darse cuenta de la realidad. Era un ser superior,
bueno eso se creía, iba a terminar derecho ese año, ya le habían dicho sus
“papas” que marcharía a Estados Unidos a cursar un Master, pero ni idea de
inglés tenia. En fin tenian mucho dinero y se lo podía permitir. Tambien tenia
un tío suyo con mucha influencia, hasta tal extremo que según él lo harían juez
antes que su tío se jubilara.
En cambio yo, tenía
que trabajar en “Tele-Pizza” hacer un master, ni en Valladolid, ni en la
Conchinchina, no tenía dinero suficiente. Él tenía un vehículo de más de 30.000
€, para su uso y disfrute, jamás pude llegar a conducirlo. Por mi parte ni una
mísera moto para desplazarme. Según Sergio cada cual tenía lo que se merecía.
La vida a su lado la veía, siendo una sumisa, hacerme sentir su sumisa, pues ni
dinero tenía, ni influencias en la vida tenía.
Un fin de semana, sin
saber por qué, discutimos, y le dije finalmente, o te marchas tú, o me marcho
yo, pero no seguimos los dos bajo el mismo techo. Fue decírselo, y decirme que
se marchaba al piso de unos amigos. En menos de una semana se había marchado
Sergio de mi vida, y del cuarto que teníamos.
Así que me decidí a
vivir sola en el cuarto, a las malas me podría marchar a compartir una vivienda
con algún compañero de clase. A los pocos días decidí a salir de fiesta. Salí
con un grupo de clase, no estaba mal, pero estaba en diferente onda con ellos.
En todo esto, vi a una amiga, que se había cambiado de carrera, y hacía tiempo
que no la veía, iba con dos chicos, y varias chicas. Me presento, y me quede
maravillada con Lucia, una de las chicas del grupo. Pronto comencé hablar con
ella, estuvimos hablando las dos toda noche.
Me gustan los chicos,
pero Lucia era diferente, era linda, tenía un cuerpazo lindo, unos ojos verdes
cautivadores, una sonrisa maravillosa, se le hacían unos huequitos al reírse,
que me gustaba verla reír. Tenía un estilo de vestir, que realzaba mucho su
figura. El pelo le hacía sentir perfectamente, realzándola mucho más. En fin me
sentía atraída físicamente por ella. Me comento que también la había dejado su
novio recientemente, que había salido para distraerse, que se había ido a vivir
con unas chicas, pero que no había conseguido encajar con ellas. Además que los
fines de semana se quedaba sola en la vivienda, y le daba algo de “yuyu”
quedarse sola en la casa.
Le comente que vivía
en un cuarto, sola, pues había roto hacia poco con mi novio, pero que mi cuarto
no era muy grande, pero que algún día podría venirse. Así que nos
intercambiamos los números de teléfono.
Fue una noche
estupenda con Lucia, además que me sentía atraída físicamente por ella, como
jamás lo había sentido antes. Finalmente cada una nos marchamos. Estuve toda la
noche pensando en Lucia, parecía una quinceañera pensando en su primer
enamorado, bueno enamorada. Fue como tomarme un café bien cargado, no había
forma de dormir sin estar pensando en Lucia.
Al llegar el jueves,
me llamo Lucia, para decirme que iba hacer este fin de semana, pues se iba a
quedar sola, que si me iba a pasar la noche en su piso. Sin saber cómo, pero le
propuse de salir de fiesta y después pasar el fin de semana en mi cuarto,
aceptando.
Salimos ese viernes,
tomándonos algunos tragos, nos pusimos las dos contentas. Había algunas veces
cuando nos mirábamos a los ojos, que me daban ganas de abrazarla y uf comerla a
besos, pero me contenía, que iba a pensar Lucia de mí, pero uf, que ganas
sentía de besarla y fundirme con ella en un abrazo. Pero no quería estropear
esta amistad tan linda que acababa de empezar. Además ambas habíamos tenido
novio hace poco. Como la iba a besar, ni loca. En fin no me atrevía a dar
ningún paso. Habíamos bebido las dos bastante, y decidimos marchar al cuarto.
Una vez allí, me dijo
Lucia que no me ofendiera, que no sabía si era por el alcohol tomado, o porque,
que era la primera vez que sentía algo así, como lo que estaba sintiendo por
una chica. Al oírla decirme eso, sentí un gran alivio y una gran impaciencia,
pues lo mismo sentía por ella, pero no me quise aventurar a decir nada, a ver
si me confundía, aunque todo parecía que indicaba que estaba declarándome su
amor. No quise interrumpirla, quería que me lo dijera, estaba toda expectante.
Finalmente Lucia me dijo que se había enamorado de mí. Uf que alegría me dio,
que alivio sentí, lo mismo me sucedía a mí, por ella.
Se quedó inmóvil por
un instante, después de declararme su amor. La abrace para darle la confianza
por su atrevimiento para que recibiera todo mi amor, que no me había atrevido a
confesarle. Pues se acababa de entregar a mí, y no quería que se sintiera mal,
por eso, menos hacerle esperar. Abrazadas, la mire y la bese suavemente, con
amor, con dulzura y respecto, nuestras lenguas se encontraron, para saborearse,
y firmar nuestro amor. Deje de besarla por un instante, para confírmale, que
también sentía por ella lo mismo, que lo sentí desde la primera noche que la
conocí.
Fue terminar de
hablar, y comenzamos a besarnos nuevamente, eran besos de amor, ternura,
sensualidad entre dos mujeres. Lucia, puso su mano sobre mi pecho, uf que rico,
lo acaricio en su justa medida, como jamás lo había hecho ningún otro chico.
Presiono como solo una mujer sabe hacerlo, de igual modo acaricie su pecho,
sintiendo doble placer. Comenzamos a masajearnos nuestros cuerpos. La
acariciaba como me gustaba a mí que me acariciaran, Lucia de igual modo
actuaba, nos excitábamos en la justa medida, como ningún chico puede llegar
hacer jamás. Nos íbamos dando placer. Para mí me resulto todo tan fácil, que no
podía llegar a creerme. Todo lo que me hacía Lucia lo hacía en su justa medida,
con una precisión que jamás llegue a pensar que sucedería.
Nos fuimos desnudando
lentamente, para terminar las dos desnudas en mi cama, fue bajando su lengua,
empezó a besarme mis pezones, que placer sentía, continuo bajando hasta
encontrarse con mi sexo. Pensé que era el momento de hacer lo mismo con ella.
Al llegar sentir el embriagador olor que me excito tremendamente, no deje de
besar su sexo, sentía que el mismo placer que me causaba Lucia, era el que le
daba.
Pronto comenzó a
jalear de placer, yo no podía resistir gemir por el placer que estaba
recibiendo, multiplicándose, por el placer que le estaba dando a Lucia, todo
era tan sencillo y fácil, que no llegue a creerlo.
Continuamos, llegando
a sentir lo que jamás había sentido antes en una relación, no podía creerlo,
estuvimos horas amándonos las dos, fue maravilloso, fue la primera vez que
sentir varios orgasmos a la vez. Ya había pensado que los orgasmos era una
utopía, pues en verdad no existían. Hasta que ya nos faltaban las fuerzas,
quedándonos las dos dormidas y abrazadas.
A la mañana siguiente
Lucia me despertó con un tierno beso, que maravilla de despertar tuve. Volvimos
hacer el amor en la mañana. Decidimos que se viniera Lucia y viviríamos las dos
juntas. Fue el principio de una maravillosa relación.
Comencé a cumplir uno
de mis deseos sexuales, que me había propuesto al comenzar la universidad. Tuve
confianza de contárselo a Lucia, y acepto que los haríamos, podíamos hacer con
ella todos mis deseos, aunque el hacerlo con dos chicos no podía hacerlo, pero
me ayudaría a cumplirlo. Aunque este será contado más adelante.
Seguíamos viviendo
nuestro idilio de amor las dos, aún no tenia del todo claro, si estaría toda la
vida con Lucia, o que. Por un lado no me importaba estar siempre a su lado.
Entre nosotras había “buen rollo” en todos los sentidos. Por otro lado jamás me
había planteado vivir en pareja con una mujer, pues de siempre había sentido
que la vida era Papa, Mama, niños. Ahora tendría que reorganizar todo Mama,
Mama, …. Y hay me quedaba en un silencio interminable. Empezaban todos mis
conflictos internos. La verdad que complicado lo veía. Fácil era antes Papa,
Mama, niños, era sencillo, lo difícil era encontrar al Papa ideal, para
convivir toda la vida. Alguien que no me generara ninguna duda, desde el
principio. Había encontrado a esa persona perfecta para convivir, pero no era
Papa, sino otra Mama como yo, y cambiaba todos los planes para mi vida. No
sabía cómo solucionarlo, pero de momento me dejaría llevar por la situación.
Por otro lado pensaba
y si dejo a Lucia por el simple hecho de ser Mama, y no encuentro a Papa, pues
mi media naranja es Lucia. Como no veía solución al problema en esta etapa de
mi vida, lo hable con Lucia, y me dio la solución. Aunque entre medias me
abrazo bien lindo, me miro y me beso. Diciéndome a mí misma, que quería estar
siempre al lado de Lucia.
Su solución fue bien
sencilla, ella quería estar a mi lado, si encontraba a Papa, pues que me fuera
con Papa. Que siempre seria mi amiga, que jamás le revelara nuestras
intimidades a Papa. Que mientras no llegara Papa pues que estuviéramos juntas.
Lucia me dijo que ella no necesitaba un Papa. Que era muy feliz, compartiendo
conmigo su vida. Sintiéndome algo mal, por mi egoísmo. Me dijo que no me
sintiera mal, y que no me atormentara por patrones pre establecidos antes. No
estaba mal visto en la sociedad que dos mujeres vivieran juntas, tampoco estaba
mal visto que ambas tuvieran hijos. En fin que no sabría qué sucedería en el
futuro, que de momento ella se sentía feliz y realizada con nuestra relación y
no se preocupaba por lo que vendría más adelante, pues no lo podía controlar en
ese momento.
Que si un día se
despertaba su reloj biológico y quería tener un bebe, pues lo hablaría conmigo,
y posiblemente tendría un bebe, solo necesitaba buscar un Papa que lo hiciera,
y que sería fácil que el Papa, no volviera a saber nada de ella, y que cada uno
marchara por su lado, solo le importaría si nuestra relación continuaba. Pero
que eso vendría en el futuro. Que lo importante ahora era concluir los estudios
universitarios, y realizar mis deseos que me propuse al comenzar los estudios.
Así que nos propusimos dejar nuestras dudas para más adelante, y nos
centráramos en el momento actual.
Nos hicimos varios
videos entre nosotras, unos eran porno puros entre nosotras, otros eran más
eróticos y más reales. Nos hicimos muchas sesiones fotográficas ambas,
buscándonos nuestros mejores ángulos. Fue muy divertido, además que ambas
teníamos el convencimiento claro que jamás las difundiríamos a terceros.
Con lo cual ya había
cumplido 2 de mis 5 deseos en poco tiempo, podía decir que había cumplido otros
2 deseos más, si, pero fueron con Lucia, y aunque no me apetecía hacerlo con un
chico Lucia me animaba hacerlo, pues decía que luego me podría arrepentir. Tras
varias propuestas de salir con algún chico, al final opte por salir con uno,
pero solo para tener sexo con él.
Un jueves con ayuda
de Lucia, quede con Luis, un chico que estaba muy bien. Lucia ya había hablado
con Luis diciéndole que estaba interesada por él, así que rápido me pidió
saliéramos. Acepte y comenzó mi romance aunque en verdad lo que quería es
cumplir mis deseos, que ya estaría Lucia para ayudarme a que pronto se
realizaran. Lucia no quiso emparejarse con el amigo de Luis, aunque solo fue al
principio, pues me costó mucho convencerla. Al cabo de poco menos de un mes las
dos estábamos emparejadas. Aunque con la firme promesa, de terminar nuestra
relaciones poco antes de un par de meses. Aún no teníamos bien claro cómo
hacerlo con dos chicos a la vez.
A Luis le parecía que
le costara dar el paso en tener relaciones conmigo, eso pensaba. Hasta que un
día hablaron Luis y Lucia. Luis le dijo a Lucia, que no se sentía con ganas de
pedirme a mi nada, pues su sexto sentido le hacía parecer que no quería nada
con él. Lucia lo vio claro, diciéndole:
- Lo que tienes que
hacer, es obligarla un día, quedáis un fin de semana a estudiar en nuestro
apartamento. –Le decía Lucia- Allí los dos solos estudiando, y hacéis el amor.
- Carlota está
deseando, incluso me ha dicho que si eras tú gay, pues como que no quiere. Lo
que has de hacerle es agarrarla y por más que ella te diga que no quiere tu
hazlo.
- Uy Lucia, me estás
diciendo, como que si me dice alto, que la obligue hacerlo, es como si me dices
que la viole.
Lucia le aclaro:
- No es que viole,
pues ella quiere hacerlo contigo, solo que la conozco y te dirá que no quiere,
todo lo que tu hables para convencerla ella te dirá que no. Pero ese “no” en
verdad es que sí.
Luis no estaba nada
convencido.
- La verdad que te
entiendo perfectamente Lucia, pero creo que no voy a poderlo hacer.
Lucia le dijo:
- Mira Luis si
quieres hacemos un video, ahora, nosotros, lo grabas, con mi consejo. Si crees
que te van a denunciar por violación lo presentas como prueba, además te daré
en estos días un video nuestro en el cual estamos las dos hablando y seguro te
quitas las dudas. Pero ojo luego me das tu palabra que lo borras.
Luis quedo más
convencido, haciendo ese día el video. En el que Lucia le explicaba, que aunque
le dijera que no, el hiciera el amor conmigo, que lo hiciera como si me
obligara o incluso como si me violaba, que en verdad no me obligaba, pero que
lo hiciera. Que si Carlota (ósea yo) decía que “no” que era que “sí”. Luego una
vez que lo hicieran, ya vería que no me había obligado.
Cuando llego a casa Lucia me conto todo, y quedamos en hacer un video, en el cual debía decía bien claro que si quería hacer el amor con Luis, pero en cuanto decía cualquier excusa, me respetaba y ya no quería hacer más, aunque si tenía unas ganas locas de hacerlo.
Hicimos un video
largo, como si Lucia hubiera dejado la cámara sola grabando y al final hubiera
conseguido una declaración mía, confirmando que si quería hacerlo.
Al final Luis quedo
más convencido, y quedamos para estudiar ese fin de semana. Lucia marcho
quedándonos toda la tarde. Al rato de llegar Luis, pronto empezó a querer hacer
más, y mi respuesta era no. Le costaba continuar después de un no. La verdad
como que tampoco me convencía a mi hacerlo, pero… en fin no quería llegar a
vieja al lado de Lucia, y decir que no había hecho el amor con un hombre de la
manera que había imaginado antes de ingresar a la universidad.
Cuando se lo dije en
su día a Lucia mis deseos, me dijo que me ayudaría. Un día que no tenía muchas
ganas de hacerlo con ella, Lucia me obligo hacerlo, y al final me gusto,
diciéndome que lo había hecho, pues en cierta medida era mi ilusión aunque con
un hombre, pero lo hizo ella pues yo era su pareja.
Al final Luis tomo
fuerzas y decisión, y comenzó hacerlo conmigo, tampoco quise oponerme al cien
por ciento, pues convencida estoy que no hubiera conseguido. Así que me echo
sobre la cama, me estuvo besando, a pesar de decirle que no quería, sentía su
fuerza sobre mi cuerpo, que me evitaba el moverme. También coopere un poco, ese
día iba con vestido, para que no necesitara bajarme los pantalones. El vestido
era de tiritas para que fácilmente estuvieran mis senos al descubierto.
Me tumbo sobre la
cama, al intentar quitarme el vestido, se rompió este, me iba acariciando, y de
buenas maneras le decía que no. Me quito el tanga, bueno…. lo deje, la verdad
sea dicha. Pero él lo pensó que lo había conseguido en un descuido mío. Luche
bastante por no hacerlo, y el más me presionaba para hacerlo, sin muy bien
saberlo, estaba supe excitada.
Si dice Luis en ese
momento que lo dejaba, lo hubiera violado a él. Continúo acariciándome,
besándome, aunque no le dejaba, y le decía mil veces lo mismo:
- No tengo ganas
Luis, déjame por favor.
- No conseguirás
cambiar mi actitud.
De repente y sin
aviso, sentí como me penetro, entro rápido, pues también estaba bien excitada,
una vez dentro de mí, ya deje de pelear tanto, sentía como me penetraba con
firmeza, y ganas, uf me encantaba, me hizo gemir de placer rápido. Al terminar
Luis, le bese, y le dije:
- Que insistente
eres, vamos a vestirnos pronto, que llegara Lucia, y no quiero que me vea
estudiando así.
Pero no acepto, y lo
volvió hacer, aunque ya esta vez no se lo negué. Más bien coopere, pues estaba
tan excitada que tenía ganas de hacerlo más veces.
Cuando llego Lucia
nos encontró acostados, y decidió volver a la media hora. La sentí algo
molesta, pero me dijo que era mi deseo, y esa noche la pasamos las dos juntas.
Al menos cumplí otro deseo, y Lucia me confirmo que tenía planes para que antes
de un mes tener cumplidos todos mis deseos.
Con Luis pasaban los
días y no hacíamos nada, pues no me convencía. Al cabo de unos días volvieron
hablar Luis y Lucia. Diciéndole Lucia que lo que también me excitaría seria que
Luis no me dijera nada, que vería como yo si quería. Entonces él tendría que
negarse hacer nada conmigo, eso me volvería loca y tendría ganas de hacerlo.
Vamos lo mismo del anterior pero al contrario, que fuera yo quien abusaba de
Luis. No hay que decir nada, Luis lo hizo perfectamente, y lo obligue hacer el
amor. Ya solo me quedaba mi último deseo.
Cumplido este deseo,
ya tenían los días contados mi relación con Luis. Lucia mando de paseo al amigo
de Luis, la estresaba decía. No estaba muy convencida Lucia, de hacer pareja
con el amigo. Así que un día que este le intento poner las cosas claras, le
dijo Lucia, “Chao, y ve con tu mamá a ponerle las cosas claras”
No sabía cómo decirle
“Chao” a Luis, tampoco me daba ninguna excusa, optando por dejarlo de ver.
Nunca estaba disponible para salir con él. Pero aún seguíamos saliendo, pues no
lo habíamos dejado de una forma oficial, pero esto lo dejo para explicarlo en
la tercera y última parte.
Era Semana Santa en
Valladolid, y tenía que trabajar. Esa primavera no sería diferente a las demás
e hizo frio, no como en la montaña Palentina, pues en mi pueblo aún no se había
derretido el hielo del principio del invierno. En verdad que pocos días en
Valladolid hace calor, pero algo en mi interior me hacía recordar las semanas
santas en Andalucía, pues de niña las pase allí, y siempre en Semana Santa
hacía calor, pero en Valladolid, o en Palencia ni en el verano se libra nadie
de pasar algún día frio.
Me viene al recuerdo
un concierto de un grupo de música conocido “Los Mojinos Escozíos” que actuaron
en un pueblo entre Valladolid y Palencia que a pesar de ser el mes de agosto,
se estaba con jersey y abrigo, pues hacia frio. El grupo no creo que vuelva a
ir por un tiempo, pues al final se tuvo que echar una capa, pues hacia bastante
frio en el mes de agosto. Incluso lo dijo el músico: “Que frio hace”
Bueno un día me
sorprendió Lucia con la idea de marchar a Madrid, después de terminar mi turno,
pasar la noche en Madrid, y al día siguiente regresar de nuevo. Había hablado
con una amiga suya, que tenía un piso en Chueca, y que no habría nadie y por
tanto nos lo dejaba, que nos fuéramos de fiesta un día, para conocer la fiesta
de Madrid.
Me pareció bien,
nunca había ido de fiesta a Madrid, en fin, no lo pensé dos veces, además lo
único de Chueca que sabía era un barrio de Madrid que hay muchos gay y están
todo el día de fiesta. Salí del trabajo, tomamos el tren, y cuando quise darme
cuenta ya habíamos llegado a Madrid. Fuimos a la casa de su amiga, nos
arreglamos cenamos y salimos. Todo paso muy rápido.
Fuimos en busca del
bar que conocía Lucia, que estaba muy bien según ella. Pero costo encontrarlo.
Uf cuando por fin entramos en ese “garito” no podía imaginarme que existiera
algo así. Había gente por todo sitio, mujeres besándose, hombres besándose en
el bar, me vi fuera de lugar, pues no estaba acostumbrado a eso. Pero allí
estábamos, al poco de entrar se nos acercan dos chicos, muy bien puestos los
dos. Comenzaron hablar, en principio pensé en decirles que no, pues ese día
estaba con Lucia en Madrid, y era la fiesta para nosotras. Lucia me dijo que
les siguiéramos la corriente, no muy convencida, hice caso.
Cuando de repente uno
de los chicos que estaba hablando me besa la oreja, para después agarrarme el
trasero, fui a decirle que se equivocaba. Cuando veo a Lucia que se está
besando con el otro chico, descuadrándome todo por completo, sentí celos de ver
como Lucia se estaba besando sin decirme nada. Así que hable con ella, para
saber que le pasaba, que si se había vuelto loca. Me dijo:
- Me ha besado y me
he dejado llevar, no sabiendo que le había pasado.
Le dije:
- A mí me había
besado la oreja y tocado mi trasero.
Lucia respondió:
- Y si nos dejamos
llevar por el ambiente, que tal si lo hacemos los cuatros. Es posible que
quieran.
- No me parece bien,
vinimos para estar las dos. –le dije-
En verdad no habíamos
hablado nada, pero tampoco me hacía mucha gracia, estar con Lucia, e irnos un
día a Madrid, y besarnos con el primer chico que aparecía. Lucia me decía que a
ella tampoco le parecía nada bien que siguiera estado con Luis y con ella.
Pensaba que Luis solo sería un par de semanas a lo sumo, y que estaba bastantes
meses con él.
Terminando Lucia, sin
dejarme de hablar, bien, pero hoy le hiciera caso a ella, como antes ella hizo
caso a mis deseos, que solo por esta noche nos hiciéramos llevar por la fiesta
y la pasáramos con estos chicos, que después se terminaba toda relación con
hombres. De mala gana acepte. Pidiéndome Lucia solo una cosa, que pasáramos la
noche las dos juntas, con estos dos chicos, en fin que la pasáramos los 4, pero
que nosotras dos no nos separáramos esta noche. Así que decidí perderme en los
brazos de este nuevo chico, solo por darle el último gusto a Lucia.
Así fue
transcurriendo la noche, entre copas, unas veces me besaba con el chico este,
otras besaba a Lucia. Sin darme cuenta llegue a besar al otro chico, pues iba
bastante bebida, en otro despiste termine en sus brazos, hasta que me dije este
no es Jon, sino Charles. La cara que tenía Lucia y Jon, al vernos, pero uf como
estaba de bebida.
Al final Lucia iba
tan serena, llegamos a piso, Lucia me había advertido de pasar los cuatro
juntos esa noche, y lo acepte. Allí en el piso nos da la noticia Lucia que no
podía hacer nada, pues le acababa de venir la regla. Pronto me acorde que era
imposible pues no hacia ni 15 días la había tenido, pero en fin, no era
momento. Sin darme cuenta estábamos haciendo el amor los tres Jon, Charles y
yo. Lucia estaba como de animadora, grabando.
Viniéndome a la
cabeza que era mi último deseo, que había pedido años atrás, y que no me había
dado cuenta pero lo estaba cumpliendo. Así que deje de comerme la cabeza, como
lo había estado haciendo toda la noche y me entregue a los placeres. Charles
tenía un pene grande, y lo estuve acariciando, Lucia se animó también a la
fiesta y comenzó a tragarse las “pollas” tanto de Jon como de Charles, animando
hacerlo también, pero como que no estaba mucho por hacerle caso. Jon comenzó a
irme penetrando con su dedo por el ano, pero le pedí que no siguiera, que
prefiriera que me penetrara primero uno, y después otro. Le faltó tiempo a
Chales para ser el primero en penétrame, le siguió Jon. Al rato dejo pasó a
Charles, para que continuara, que locura. Que embistes me daba Charles. Así uno
tras otro. Hasta que finalmente Charles llego y nos bañó a Lucia y a mí,
continuando solo Jon.
No conseguía llegar
Jon, me tenía al borde de la extenuación, no podía más, y allí seguía Jon con
su particular baile. Fue excitante finalmente Jon llego e hizo igual que
Charles salvo que Lucia quería probarlo. Charles pronto volvió a estar
dispuesto, y continuo penetrándome, la verdad que no podía, pero seguía con sus
embistes. Haciendo la misma operación. Al final me quede dormida de cansancio.
Al despertarme ya no
estaban los chicos, solo Lucia, la cual me dijo, luego vemos el video de tu
fiesta de anoche, lo grave todo. Continuando a partir de ahora solo para mí,
cumpliste todos tus deseos. Ahora cumple el mío, terminar con Luis, y estar
conmigo. Aceptándolo por mí parte.
Cuando llegue a
Valladolid, quede con Luis, y terminamos, sin ninguna pompa y rápido. Con los
años supe que los chicos de Chueca habían sido contratados antes por la amiga
de Lucia. Lucia y yo, seguimos aún en pareja. Aún no ha sonado el despertador
biológico a ninguna de las dos. Pero lo tenemos claro, cuando suene, que vamos
hacer.
FIN.